En relación a las herramientas de las que disponemos para el diagnóstico y planificación del tratamiento, me gustaría destacar el examen funcional. Este debiese incluir la identificación de patologías articulares, dolor miofascial, presencia de parafunciones, análisis de trayectorias de apertura y cierre, y finalmente, dinámica mandibular.
El estudio de estas características, será un gran determinante, primero, en la oportunidad en que podremos otorgar un tratamiento al paciente, no podemos trabajar sobre un paciente enfermo, con patología articular o dolor miofascial, ya que la rehabilitación podría agravar el estado actual del paciente. Por otro lado, la presencia de parafunciones nos indicará la necesidad de estabilizar la actividad neuromuscular, indicando por ejemplo, el uso de un plano de relajación. Cabe destacar, además, que cualquier rehabilitación planificada sobre un paciente con parafunciones como el bruxismo, tendrá un mal pronóstico si no se toman las medidas pertienentes al caso. El análisis de trayectorias de apertura y cierre, nos podrían indicar la presencia de una alteración articular. Por ejemplo, una disminución en el rango de apertura bucal, podría significar una luxación articular. Finalmente, el análisis de la dinámica mandibular, nos mostrará que dientes son participantes en las guías desoclusivas, la estabilidad y funcionalidad de estas, la presencia de contactos de interferencia y la posterior indicación de desgastes selectivos o modificación de los dientes participantes tanto en protrusiva como en lateralidades, esto con el objetivo de mejorar el pronóstico, incorporando la rehabilitación protésica y la dentadura natural del paciente, logrando idealmente, una normo oclusión anatómica y funcional.
muy importante lo que destaca Mildri, al respecto hay que tener en cuenta mantener un seguimiento en el tiempo de la sintomatología y las parafunciones, sobre todo si el paciente entra a un tratamiento específico para ellas o más aún si con nuestras acciones pretendemos interferir en las alteraciones funcionales.
Respecto a la categorización de dolores miofasciales independiente de la escala utilizada, lo importante es ser metódico en su aplicación para evitar variaciones que pudieran dirigirnos en la dirección incorrecta. La mejor manera para evaluar evolución o disminución de una patología es la uniformidad del método.
En relación a las herramientas de las que disponemos para el diagnóstico y planificación del tratamiento, me gustaría destacar el examen funcional. Este debiese incluir la identificación de patologías articulares, dolor miofascial, presencia de parafunciones, análisis de trayectorias de apertura y cierre, y finalmente, dinámica mandibular.
ResponderEliminarEl estudio de estas características, será un gran determinante, primero, en la oportunidad en que podremos otorgar un tratamiento al paciente, no podemos trabajar sobre un paciente enfermo, con patología articular o dolor miofascial, ya que la rehabilitación podría agravar el estado actual del paciente.
Por otro lado, la presencia de parafunciones nos indicará la necesidad de estabilizar la actividad neuromuscular, indicando por ejemplo, el uso de un plano de relajación. Cabe destacar, además, que cualquier rehabilitación planificada sobre un paciente con parafunciones como el bruxismo, tendrá un mal pronóstico si no se toman las medidas pertienentes al caso.
El análisis de trayectorias de apertura y cierre, nos podrían indicar la presencia de una alteración articular. Por ejemplo, una disminución en el rango de apertura bucal, podría significar una luxación articular.
Finalmente, el análisis de la dinámica mandibular, nos mostrará que dientes son participantes en las guías desoclusivas, la estabilidad y funcionalidad de estas, la presencia de contactos de interferencia y la posterior indicación de desgastes selectivos o modificación de los dientes participantes tanto en protrusiva como en lateralidades, esto con el objetivo de mejorar el pronóstico, incorporando la rehabilitación protésica y la dentadura natural del paciente, logrando idealmente, una normo oclusión anatómica y funcional.
muy importante lo que destaca Mildri, al respecto hay que tener en cuenta mantener un seguimiento en el tiempo de la sintomatología y las parafunciones, sobre todo si el paciente entra a un tratamiento específico para ellas o más aún si con nuestras acciones pretendemos interferir en las alteraciones funcionales.
ResponderEliminarRespecto a la categorización de dolores miofasciales independiente de la escala utilizada, lo importante es ser metódico en su aplicación para evitar variaciones que pudieran dirigirnos en la dirección incorrecta. La mejor manera para evaluar evolución o disminución de una patología es la uniformidad del método.
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